La dualidad de la modernidad
- grupo7historia2abo
- 3 nov 2023
- 11 Min. de lectura
Actualizado: 10 nov 2023
Haussmann, un plan de paradojas y dualidades
Índice
El Plan: Orden-Caótico
HAUSSMANN: ARTISTA DEMOLEDOR
Introducción:
ALGO QUE HABLE DE LAS DISTINTAS OPINIONES SOBRE QUÉ ES LA MODERNIDAD (SI ES AVANCE O RETROCESO)EN REALIDAD NO ES NI AVANCE NI RETROCESO, SON LAS DOS COSAS A LA VEZ
Autores dicen que la modernidad refleja el avance de la sociedad.
Otras miradas más pesimistas reflejan su condición de retroceso.
Pero ¿Por qué no pueden existir ambas definiciones a la vez?
En realidad, la dualidad es una característica inherente de la modernidad del siglo XIX. Es por un lado reconocida por sus avances científicos, tecnológicos y urbanísticos, mientras que, por el otro, se le atribuyen las consecuencias negativas y los peligros resultantes del mismo progreso.
Para Marshall Berman (1985; 1995), filósofo e historiador estadounidense, la paradoja de la modernidad es encontrarnos en un entorno que nos promete aventuras, poder, alegrías, crecimiento, transformación de nosotros y del mundo, pero al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que tenemos, sabemos y somos (Berman, 1995: 1)
Estas tensiones constantes entre lo antiguo y lo nuevo, son rastreables en una sucesión de ejemplos de la época que ayudan a definir la modernidad.
“La modernidad resulta mucho más fácil de ejemplificar que de definir. Esta curiosa situación se debe a la rica diversidad que la caracteriza.” (Gay, 2007:22 )
En las exposiciones universales, escenarios típicos del siglo XIX, convivían salas que mostraban la innovadora maquinaria del momento, con otras que exhibían objetos medievales y pertenecientes a la época clásica. En un espacio, en el que se pretendía representar el progreso, se presentaban estas piezas contrastantes.
Análogamente, en un contexto en el que parecía que la modernidad representaba el cambio, se recuperaban para la construcción de edificios, distintos elementos arquitectónicos de tiempos pasados. Para la realización del Palacio real de exposiciones de Melbourne, se edificó una cúpula idéntica a la de la Catedral de Santa María del Fiore.
Podemos ver el miedo que representaban los avances de la modernidad para la sociedad en la presentación de la primera película de los hermanos Lumiere en 1895. La imagen de un tren en la pantalla grande atemorizó tanto a los espectadores que huyeron del cine.
Esto mismo se observa en el caso del Manhattan Building en Chicago. La altura de este rascacielos era tan ambiciosa que generaba desconfianza de que pudiera sostenerse. Es así, que ante el pánico por lo nuevo, se engrosó para dar sensación de estabilidad y solidez.
Todos estos casos nos permiten definir a la modernidad como la existencia de aspectos aparentemente opuestos, sucediendo simultáneamente. Que la “promesa de la modernidad” además de avances, trae consigo peligros y miedos. Este carrete de imágenes no solo evidencia las contradicciones de la modernidad sino que también muestra que esas tensiones eran propias de su época.
Es decir, esta situación no solo es un producto retrospectivo de análisis histórico, sino que se manifiesta de manera contemporánea en las fuentes y documentos de la época. El siglo XIX era consciente en su propio tiempo de esas tensiones.
El urbanismo del siglo XIX no escapa a esta lógica. El Plan Haussmann, mayor intervención urbana del siglo XIX en París, condensa en su totalidad una contradicción. Su nombre presenta en sí una dualidad. Es por un lado un plan que abarcó toda la ciudad pero que lleva el nombre de una sola persona. Trajo consigo numerosos cambios espaciales y sociales, que incluyeron la expansión de la ciudad, mejoras en condiciones de transporte e higiene, el trazado de nuevas calles, la creación de bulevares, plazas y jardines. Y aunque logró muchos de sus objetivos, esta serie de transformaciones que reconfiguraron la ciudad, acarrearon aspectos controvertidos, que generalmente se pasan por alto en las narrativas tradicionales de su éxito. Expropiaciones, demolición de barrios enteros, constantes obras, represión de las clases populares y su expulsión de los espacios urbanos, entre otros.
Se analizará entonces, las tensiones del Plan Haussman mediante documentos de época porque como se dijo, son propias de esta.
Veremos estas paradojas mediante el desarrollo de dos binomios. El concepto de “orden caótico”, que nos permitirá analizar el plan Haussmann desde sus transformaciones urbanas en pos de ordenar un caos previo que trajo consigo más caos. Y por el otro lado, la caracterización de “artista demoledor”, puesta por el propio Haussmann permitirá ubicarlo como figura elemental del plan y su condición paradójica dentro del mismo. Su condición de artista al intentar embellecer París y las consecuencias que lo posicionan como destructor.
El Plan: Orden-Caótico
El caos
“Anteriormente, imperaba una visión de la ciudad que, como mucho, podía apenas enmendar los problemas de una infraestructura urbana medieval; después llegó Haussmann que a porrazos trajo la modernidad a la ciudad.”
Harvey
El contexto previo al Plan Haussmann estaba signado por el caos.
Al momento de la subida al poder de Napoleón III, la población de París se había duplicado. La ciudad era escenario de acontecimientos políticos violentos. Se encontraba en una situación de falta de higiene, escasez, pobreza y epidemias. La infraestructura y las calles medievales eran ya insuficientes, por lo que había constante tráfico y aglomeraciones. Además, en este contexto de descontento político, las calles estrechas facilitaban a los ciudadanos generar barricadas en contra del nuevo régimen.

El orden
El Plan Haussmann fue la iniciativa de renovación urbana que durante el siglo XIX, no solo tuvo el objetivo de mejorar las malas condiciones y embellecer la ciudad, sino también imponer orden e impedir estas revueltas. A las preocupaciones de higiene y malestar, se agregaban entonces, las intenciones estratégicas. La reforma de París tenía una clara dimensión política. Ortiz en su libro “Modernidad y Espacio” destaca que el Plan Haussmann "Era el destripamiento de la vieja París, de los barrios de los motines, de las barricadas, con una larga avenida central penetrando de un lado a otro este laberinto impracticable, ladeado por comunicaciones transversales" (Haussmann, 1979:54).
Es así, que la propuesta de Haussmann consistió en la reorganización de la trama y el realineamiento de las calles de París. “Haussmann traza calles, avenidas, puentes, plazas, conectando los puntos neurálgicos de la ciudad. Un eje norte-sur, este-oeste comunica el centro y la periferia, y las grandes vías convergen en las estaciones de tren.” (Ortiz, 2000:31). Superpuso al entonces desorden de la ciudad, una trama de penetraciones urbanas, lineamientos, trabajos de infraestructura y embellecimiento a la vez (higiene, asoleamiento, circulación y seguridad). “El primero de sus objetivos era despejar el entorno de los grandes edificios, palacios y cuarteles(...). El segundo objetivo fundamental apuntaba a la mejora de las condiciones sanitarias de la ciudad(...) El tercer punto era asegurar el orden público mediante la creación de amplios bulevares que permitirán la circulación no solo del aire y la luz, sino también de las tropas. Y así, (...) se sentirán menos inclinados a las revueltas. El cuarto principio de Haussmann era facilitar la circulación e impedir los retrasos, la congestión y los accidentes.”
(Giedion, 1955 :712)
“El verdadero objetivo de los trabajos de Haussmann era garantizar la seguridad de la ciu-
dad ante la guerra civil. Quería hacer imposible para siempre el levantamiento de barricadas
en París.” (Patteta 1997:384)
El caos nuevamente
Sin embargo, estos intentos por imponer orden, trajeron consigo nuevos desajustes. Los antiguos problemas de la ciudad medieval, fueron reemplazados por los de la ciudad moderna. Así lo expresa Harvey en “París Capital de la Modernidad”; “Ya no eran las bandas de insurgentes las que recorrían las calles, sino las cuadrillas de albañiles, carpinteros y otros trabajadores camino al trabajo; si el empedrado se levantaba, no era para construir barricadas, sino para abrir el camino a tuberías de gas y de agua; las casas no sufrían la amenaza del fuego o de los incendiarios, sino de las suculentas indemnizaciones que acompañaban a la expropiación” (Harvey, 2003 :185)
El resultado de las transformaciones de Haussmann fue el constante tránsito en las calles y el transporte. Demoliciones, construcciones y accidentes por todos lados. Un clima de prisas y apuros a lo largo de los bulevares y mayor segregación social.
Las preocupaciones y el descontento contemporáneo se ven reflejados en las publicaciones de revistas satíricas de la época que utilizaron el humor, la metáfora y la ironía, para expresar sus críticas.
La caricatura de Daumier en la revista Le Charivari del 6 de abril de 1862 muestra las contradicciones del impacto del Plan Haussmann. Exhibe a los parisinos tratando de escabullirse entre las multitudes que trajo el ensanchamiento de los boulevares.
Harvey menciona que “El creciente tráfico de la calle y del bulevar no conoce límites temporales ni espaciales, se derrama por todos los espacios urbanos, impone su ritmo sobre el tiempo de todos, transforma todo el conjunto del contexto moderno en un «caos en movimiento» ” (Harvey, 2003 :341). Se ve la congestión, el paso de los carruajes y el choque de dos personas con caballos. En el fondo vemos aún más muchedumbre en medio de los nuevos edificios. Una de las metas principales del Plan fue la de aliviar el tráfico. Paradójicamente el ensanche de los boulevares invitó a mayor congestión ya que proveyeron espacio para más tránsito y como resultado más accidentes.
Asimismo, en la caricatura del 30 de enero de 1854, se muestra a una pareja de burgueses que se encuentran en medio de la multitud de trabajadores que inundaron la ciudad desde las provincias para demoler y reconstruir París. En tercer plano, se ven los edificios que fueron demolidos.
El sarcasmo de las imágenes, en conjunto con el texto que las acompaña, representan los nuevos problemas inherentes a una ciudad en plena renovación urbana. Esto revela que la modernización no era una experiencia puramente positiva para la sociedad. Daumier enfatiza con sus ilustraciones la dualidad de la modernidad y nos muestra que la sociedad era consciente en su propio tiempo de las tensiones entre los componentes positivos y negativos de la haussmanización.


HAUSSMANN: ARTISTA DEMOLEDOR
La figura de Haussmann, cumplió un rol fundamental en el desarrollo del plan.
Como cuenta Benjamín en “París, capital del siglo XIX” “Haussmann se dio a sí mismo el título de «artista demoledor».” (Benjamin 1938:60). Vemos en Hausmann la dualidad inherente de París, conformada por un lado bello y artístico, pero que conllevó demoliciones y reformas, el “embellecimiento de París”.
La manera en que el término “embellissement” se utiliza en los medios visuales de la época, evidencia otra dualidad contemporánea. El mismo título es utilizado con dos objetivos distintos. En los diarios ilustrados vemos bajo este lema la imagen pulcra y estética de París. En Le Caricature, revista de crítica social, el mismo título es acompañado por una ilustración que representa a París como mujer. Los ferrocarriles entran y salen de su cuerpo, el humo sale de su boca, oído y nariz, representando la violación del tren a París. La ironía juega con la imagen en compañía de su título: el encabezado habla de embellecimiento, pero la imagen no es bella.


Artista
En el texto de Gideon, se expresa la impresión de Robinson sobre París. “Si no es ya la ciudad más brillante, espaciosa y bella de todas, Paris está en buen camino para llegar a serlo; y la mayor parte de su belleza se debe a los jardines y a los árboles. (...) convierte las plazas pequeñas en jardines sin igual por su buen gusto y su belleza.” (Giedion, 1955 :721)
Hausmann como artista, se ve reflejado en la complejidad de su creación y sus métodos de planificación. Así como la implementación de mobiliario urbano, monumentos, fuentes, farolas, expansión de espacios verdes, homogeneización de fachadas y ordenamiento de la traza urbana mediante la utilización de geometrías y lineamientos reguladores.
Uno de los elementos urbanos que predominaron en la nueva ciudad fue la elaboración una trama que uniera y destacara los monumentos parisinos como en Avenue des Champs-Élysées con el Arco del triunfo o Boulevard Richard-Lenoir el cual mira a la plaza de la bastilla. (Magasin Pittoresque, Paris, 1850.)
“(...)(Haussmann) que tuvo la primera y quizá la más grandiosa visión que se pudiera imaginar para el prestigio del Estado moderno, de una capital, en la que la trama edificatoria tenía una estructuración imponente, espectacular por el corte de las arterias, por la grandiosidad de las plazas y por la continuidad de frentes arquitectónicos, que alcanzan su monumentalidad por la repetición de una unidad determinada.” (Patteta 1997:384)
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El embellecimiento fue una decisión meramente estética, dentro de un proyecto que era inicialmente ordenador de la ciudad, la implementación de espacios verdes y sus expansiones fueron en respuesta a las necesidades del nuevo estilo de vida de la población de la sociedad moderna, donde el ocio formaba parte de los elementos de la vida cotidiana.
“su función era proporcionar a París los pulmones de los que carecía, estaba diseñada para los prommeneurs, los obreros en sus días libres y los domingueros, a los que se permitia asi tomar el aire por unos senderos” (Giedion 1955:724)
Muchas de las críticas que recibió el plan en su momento no tomaban en cuenta la complejidad de este, siendo que Haussmann ya había comprendido a la arquitectura, al ocio y al embellecimiento como obra final. Se tuvo en cuenta el habitar de la sociedad en contexto de una nueva ciudad moderna. No fue solo un plan para mejorar el tránsito y el hacinamiento; fue el resultado de una mente calculadora reflejada en una obra de arte urbana.
Demoledor
Como se mencionó antes, no todos los parisinos estaban contentos con la modernización de París. “Proudhon (...) hace notar la antipatía de los obreros parisienses por la "ciudad nueva, monótona y fatigosa del señor Haussmann, con sus bulevares rectilíneos, sus palacios gigantescos y sus quais magníficos, pero desiertos; con su río entristecido, que no transporta más que piedras y arena; con sus estaciones de ferrocarriles que, sustituyendo a los puertos de la ciudad antigua, han destruido su razón de ser…” (Benévolo 1966:187)
La nueva imagen de París fue a costa de numerosas demoliciones y expropiaciones, que lo posicionan a Haussmann como destructor. Para quienes vivían en París en esa época, estos nuevos trazados significaron la pérdida de sus barrios, casas, trabajos, y la vida como la conocían. Haussmann, el artista, redibujó la ciudad entera con la línea de su lápiz.
Así lo expresa Gravagnuolo "La hostilidad de gran parte de los contemporáneos contra el gran démolisseur -rasgo con el que aparece Haussmann en una primera fase ante los ojos de la gente común y a veces también de las inteligencias críticas más sensibles- es, por tanto, comprensible como melancolía por la erradicación de los valores de la ciudad preindustrial y como apego a las imágenes y a las cosas de un tiempo irremediablemente perdido" (Gravagnuolo 1991:40)
Propuesta para la Avenida de la Ópera para conectar la Place du Thèatre Français y el Palacio de la Ópera de Charles Garnier, Haussmann, 1850. Las líneas gruesas indican el nuevo trazado de la calle superpuesto a las propiedades residenciales expropiadas. (Kostof 1996:1126)
“Me han expulsado; otro ha venido a establecerse aquí y mi casa ha sido arrasada; un sórdido pavimento cubre todo. Una ciudad sin pasado, llena de espíritus sin recuerdos, de corazones sin lágrimas ¡de almas sin amor! Una ciudad de multitudes sin raíces, montones movibles de escombros humanos. Puedes crecer, incluso convertirte en la capital del mundo, pero nunca tendrás ciudadanos”. Jules Ferry (1868) Harvey, París capital de la modernidad
Esta fuente de época, caracteriza una de las múltiples situaciones de expropiación y despojo de los habitantes parisinos de sus hogares. Haussmann necesitaba un lienzo en blanco. La ciudad parisina en estos momentos no era otra cosa que derrumbes, escombros y descontento social por la falta de lugares para habitar.
Podemos observar en la primera imagen la frialdad de la realidad, sin ningún tipo de encubrimiento sarcástico, como fue la demolición. Los obreros recogiendo los escombros, los parisinos deambulando entre ellos, y los vestigios de la ciudad que solían conocer.
Por otra parte la segunda imagen demuestra cómo dos habitantes no reconocen su propia ciudad, y se encuentran nostálgicos y molestos frente a sus hogares expropiados y ya demolidos sin previo aviso. Hemos dado cuenta, y Harvey también sostiene que al barón no le importaba qué se llevara por delante “Haussmann era un personaje mucho más maquiavélico (...) ambicioso, fascinado por el poder, (...) y estaba dispuesto a hacer todo lo posible para alcanzar sus metas“. (Harvey. 2003: 130)


Conclusión
Los conceptos vistos en ambos binomios funcionan como elementos descriptivos de la situación en París durante el siglo XIX. Representan la ruptura con el pasado y el avance de la modernidad sobre una ciudad insuficiente para el nuevo estilo de vida. Donde la incertidumbre de la sociedad respecto a la nueva ciudad incrementaba, dado que lo único que se podía experimentar era el caos y la destrucción que había consumido a la ciudad.
Si bien la ciudad de París terminó siendo un ejemplo a seguir para otras planificaciones urbanas suele dejarse de lado la situación de desorden que se generó para lograrla y que nos demuestran las fuentes de época. Mediante sátiras e ilustraciones de revistas del momento, describimos el Plan Haussmann con una serie de realidades contemporáneas, el avance de la modernidad y las mejoras de la ciudad no hubiesen podido existir sin sus errores, y viceversa.
Bibliografía
-París, capital de la modernidad - Harvey
-Historia de la arquitectura moderna, Volumen I - Benévolo
-El París de Baudelaire - Benjamin
-Espacio, tiempo y arquitectura - Giedion
-Daumier´s parís. Caricature and cultural trauma in the age of Hausmmann -The Art Gallery at Kingsborough Community College
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